Les recomiendo que vean íntegramente la rueda de prensa en la que Tom Waits presentó su gira de 2008.
Veo difícil superar algo así.
1.12.09
Rueda de prensa
27.10.09
Vinilo
"...entonces empieza a dar vueltas, y se pone una aguja encima, que lee la música y hace que salga por los altavoces".
Una madre le explicaba ayer a quien parecía ser su hijo de unos ocho años qué eran esas cosas tan raras que había en el escaparate de una tienda de discos de Madrid.

El muchacho ponía cara de no creérselo.
1.10.09
Esto es lo que parece
No, no estoy hablando del abandono de las buenas y sanas costumbres de antaño. Lo de actualizar el blog, digo. Que también es lo que parece. Que soy más vago que antes. Pero no hablo de eso. Hablo del widget de Jamendo que he insertado en la columna derecha (sí, miren a su derecha, esa cosa de color amarillento, o anaranjado, y gris con un enorme triangulito -play para los connaisseurs- en el centro). Sí, es lo que parece. Es mi música. O sea, la música que hago yo. No sé si me explico. Que lo que escuchen cuando pulsen el triángulo amarillento -o anaranjado- de la derecha es algo que he hecho yo en mi casa. Con estas manitas.
No sean muy crueles.
Ah, también pueden escucharlo en Last.fm pinchando aquí.
12.3.09
Thru-you
"Si nos llega dinero por nuestra obra, está bien. Pero escribir para ganar dinero es una abominación. Esa abominación se paga con el abominable producto que así se engendra".
Ernesto Sábato
Sin esas pequeñas cosas que a uno le asombran de vez en cuando, la vida sería mucho más aburrida. Sigan las siguientes instrucciones.
1. Entren aquí
2. Pulsen play
3. Les recomiendo especialmente la canción número cinco y la número siete, aunque cualquiera merece la pena.
4. Cuando estén escuchando cualquiera de las dos, pulsen en credits, y verán los vídeos originales de Youtube de los que proceden las imágenes que se han utilizado en el montaje.
El tal Kutiman se ha dedicado a buscar y seleccionar vídeos de Youtube, mezclarlos y obentener unas cuantas maravillas musicales. Esto es "Someday":
Disfruten, vía Mangas Verdes.
Y ahora, la parte profunda del post:
En un momento en que internet ofrece tantas posibilidades, da entre risa y rabia ver a algunos pseudogenios quejándose de los peligros que corre la música y echando la culpa a internet de la crisis de la industria discográfica.
Y el problema es precisamente ése: mientras la industria discográfica hace como si se apretara el cinturón y se dedica a promover la misma bazofia de siempre (este ejemplo es sangrante: un grupo que nació poniendo música a un anuncio, que sigue dejando que sus canciones se utilicen hasta el vómito en todo tipo de publicidad televisiva y radiofónica, que ahora publica un disco "baratito" que contiene regrabaciones de temas que relacionamos con hipermercados, seguros y, qué sé yo, salsas de tomate, y que aún tiene las pelotas de decir estupideces como las que pueden leer aquí), florece en internet un universo nuevo, sin pretensiones, lleno de entusiasmo y de vida.
Tal vez el problema estribe, precisamente, en mezclar los términos "música" e "industria discográfica", que, parafraseando a Groucho, tienen la misma relación entre sí que "paz" con "ministerio de defensa".
Creo que no me he comprado un disco nuevo desde que Tom Waits publicó Orphans (aunque he sucumbido a la fiebre del vinilo y no dejo de comprar viejos discos de segunda mano). Me interesan las novedades que me ofrecen quienes disfrutan simplemente con que la gente escuche y aprecie sus canciones, no las de aquellos que te meten su música por las orejas en cualquier pausa publicitaria o cuando estás haciendo la compra en el supermercado. Si dedicaran más tiempo a escuchar música y menos a quejarse de que no ganan suficiente pasta seguramente harían cosas más dignas.
29.1.09
Ain't got nobody
Esto es lo que Julio Cortázar, según Saúl Yurkievich, pidió escuchar en su lecho de muerte:
Ain't got nobody, Earl Hines, 1928
Vuelve a sucederme lo que ya viene siendo una detestable costumbre: he olvidado dónde lo leí, por lo que no puedo citar la fuente. Pido disculpas a quien corresponda. El vídeo está en Youtube, y lo he descargado con el Download Helper para Firefox para que no me suceda lo que me está sucediendo ya con algunas entradas: que el usuario retira el vídeo de Youtube y las entradas se quedan sin ilustrar. Así ya no pasará.
3.9.08
Romeo, Juliet, Robin, Marian, etc.
En realidad la película que acabo de ver es El hombre que pudo reinar, pero el Sean Connery de la época dorada me ha recordado la otoñal Robin & Marian y una duda de la que Google me ha sacado. No sé por qué tenía la idea de que parte de la letra de Romeo & Juliet, de Dire Straits, estaba sacada de la hermosa declaración de amor que Audrey Hepburn le dedica a Sean Connery en la película de Dick Lester:
I love you. More than all you know. I love you more than children. More than fields I've planted with my hands. I love you more than morning prayers or peace or food to eat. I love you more than sunlight, more than flesh or joy, or one more day. I love you...more than God.La letra de "Romeo & Juliet" es un poco más económica, en lo que a cantidades de amor se refiere:
you said I love you like the stars above I'll love you till I dieSin embargo, todo esto me ha traído a la memoria una biografía que leí de Bob Dylan en la que se decía que el cantautor se había inspirado en las palabras de Marian para escribir "Wedding Song", una triste canción llena de amor y rencor que contiene el excelente álbum Planet Waves:
I love you more than ever, more than time and more than love,Este biógrafo de Bob Dylan cuyo nombre no recuerdo ya me la ha jugado varias veces, porque la canción es del 73, y la película del 76. Recuerden aquí la última vez que me condenó a la equivocación. Hay que reconocer que esta vez le di yo una vuelta más al error, atribuyendo a Dire Straits lo que ni siquiera pertenece a Bob Dylan.
I love you more than money and more than the stars above,
Love you more than madness, more than waves upon the sea,
Love you more than life itself, you mean that much to me.
Aprovecho para recomendarles "El hombre que pudo reinar", "Robin & Marian", "Planet Waves" y "Romeo & Juliet". Y por si no se ha entendido nada del post, una última explicación: Wedding Song, Robin & Marian y Romeo & Juliet son cosas distintas.
30.6.08
27.6.08
18.6.08
Sobre plagios
No he tenido todavía ocasión de escuchar Viva la vida de Coldplay (tampoco es que tenga una prisa loca) y opinar sobre su comentado parecido con Je'n ai marre de Alizée, tema que conozco casi de memoria después de haber visto una y otra vez este vídeo en noches solitarias por motivos probablemente extramusicales. La foto que ven a su derecha es un homenaje personal a esas noches.
En mi opinión es difícil, sin entrar en este caso concreto, componer una canción que no recuerde a algo que uno ha oído anteriormente. Es obvio, por lo tanto, que una de las labores del compositor, sin perjuicio de coincidencias puntuales, homenajes o simple curiosidad creativa, es descartar aquello que se parezca demasiado descaradamente a algo anterior. También hay que decir que muchas veces quienes se dedican a esto (heme aquí, amateur ejemplo de creatividad musical) tienen una melodía tan clara en la mente a la hora de componer que no saben exactamente si lo que escuchan en su cabeza es producto de su exclusivo ingenio (con los consabidos matices relativos a la originalidad de cualquier creación artística) o si es algo que efectivamente ya ha escuchado antes.
Cuenta Ringo Starr en un viejo libro cuyo título he olvidado (también el autor y la localización en mi biblioteca; probablemente lo presté a algún ex amigo. Tal vez todo sea un sueño y ese libro nunca ha existido) que frecuentemente presentaba a los otros tres beatles una composición suya, que siempre era respondida con un "se parece demasiado a tal canción". Que yo recuerde, Ringo sólo acabó firmando un par de canciones con los Beatles (Octopuss' Garden y Don't Pass Me By), aunque es probable que me equivoque.
Que una canción se parezca a otra no tiene por qué significar que haya habido un plagio. Sí que es cierto que hay ejemplos conocidos en los que prácticamente no cabe la menor duda (como cuando George Harrison publicó My Sweet Lord olvidando que The Chiffons habían publicado previamente He's So Fine, o como cuando los Beach Boys plagiaron descaradamente Sweet Little Sixteen de Chuck Berry en su "himno" Surfin' USA, tal vez, curiosamente, su canción más conocida), pero también hay que reconocer que, teniendo en cuenta que todo creador tiene sus influencias, muchas veces es complicado salir del pozo de la costumbre, y resulta más sencillo limitarse a recrear algo que "le suena" a uno, sea original o no, que esforzarse en la aventura de probar cosas que "no estoy seguro de que vaya a sonar bien".
Lo que desde luego no hay que hacer es lo que perpetró Mikel Erentxun con aquella cancioncilla que compuso para Fran Perea en la que se fusilaba a los Lightning Seeds y su hermosa canción Pure; si se plagia, hay que intentar por lo menos que el producto final iguale o mejore la materia prima.
En todo caso, lo más recomendable es ser honesto. Bob Dylan no tuvo problemas en tocarle a John Lennon, antes de su publicación, Fourth Time Around, misteriosamente parecida a Norweegian Wood. Parece ser que se echaron unas risas a costa de la broma.
Cuestión distinta es el autoplagio. ¿No les parece que Shakira -o quien sea que le compone las canciones- las hace de dos en dos? Lo digo porque las últimas cuatro canciones suyas que he escuchado son en realidad dos. No recuerdo el título de la(s dos) última(s), pero Hips Don't Lie y aquella otra que cantaba con Alejandro Sanz son idénticas. Sólo que una no me disgusta y la otra me parece basura.Y, bueno, el extremo de la honradez es Neil Young, que no dudó en titular Borrowed Tune (Melodía prestada) una canción suya clavadita a Lady Jane, de los Rolling Stones, y que incluía el siguiente verso en su última estrofa:
I'm singing this borrowed tune
I took from the Roling Stones*
A ver si a alguien se le ocurre demandar a un tipo tan sincero.
De todos modos, vean en este divertido vídeo quién es el autor más plagiado de todos los tiempos.
Actualización (19 de julio): el primer motivo de la actualización es el de confirmar públicamente mis sospechas tras escuchar la ya famosa Viva la vida de Coldplay. La canción tiene, efectivamente un aire al tema de Alizée... y a otros cien mil más, aproximadamente. Es decir: nada nuevo bajo el sol.
El segundo motivo de esta actualización es el de informar, a quien no lo sepa, de que hay otro grupo que denuncia que esta canción de la banda británica es un plagio de un tema suyo; luego escucharé y juzgaré, pero me temo que se tratará de lo mismo.
11.6.08
Tom Waits entrevista a Tom Waits
Tom Waits habla en esta autoentrevista de cosas curiosas encontradas en lugares inesperados:
1. Pura belleza: manchas de aceite dejadas por los coches en un aparcamiento.
2. Puestos de limpiabotas que parecían tronos, hechos de madera vieja: en Brasil.
3. Una dentadura postiza: en el escaparate de una tienda de empeños en Reno, Nevada.
4. Una gran acústica: en la cárcel.
5. La mejor comida: en el aeropuerto de Tulsa, Oklahoma.
6. Más tiendas de regalos: en Fátima, Portugal.
8. El lugar más inesperado donde encontrar un grupo de chicanos: un concierto de Morrissey.
9. Mayor pobreza: Washington D. C.
10. Un vagabundo con una hermosa voz operística entonando la palabra "bacteria" en un contenedor vacío en Chinatown.
11. Un chino con acento tejano en Escocia.
12. Mejor lugar para dormir: en un cauce seco en Arizona.
13. Mayor número de gente llevando pantalones rojos: San Luis.
14. Los caballos más hermosos: en la ciudad de Nueva York.
15. En 1890 un juez en Baltimore presidía un juicio en el que un hombre acusado de asesinato era había sido declarado culpable y condenado a prisión por el jurado... y le dejó marchar; le dijo al condenado al final del juicio: "Usted es culpable, pero no puedo encerrar a un inocente". El asesino era un gemelo siamés.
16. El pene más largo en relación con su cuerpo: el percebe.
También habla de los artistas que le han influido: Kerouac, Dylan, Bukowski, Rod Serling, Don Van Vliet, Cantinflas, James Brown, Harry Belafonte, Ma Rainey, Big Mama Thornton, Howlin’ Wolf, Lead Belly, Lord Buckley, Mabel Mercer, Lee Marvin, Thelonius Monk, John Ford, Fellini, Weegee, Jagger, Richards, Willie Dixion, John McCormick, Johnny Cash, Hank Williams, Frank Sinatra, Louis Armstrong, Robert Johnson, Hoagy Carmichael, Eurico Caruso.
O de su definición de lo que es un "gentleman": un hombre que sabe tocar el acordeón pero no lo hace.
Genial. El hecho de que no pueda ir a su concierto me hace desear que suceda algo que obligue a suspenderlo. Así de vil y envidioso soy.
21.5.08
Elvis Costello y la propiedad intelectual
En 1999, poco después de la muerte de Linda McCartney, Paul hizo un concierto en su homenaje, organizado por Chrissie Hynde. En los ensayos, yo estaba haciendo coros en una canción de Ricky Nelson y Paul anunció cuál iba a ser el siguiente tema: "All my loving". Le dije: "¿Quieres que haga coros en la segunda estrofa?". Y dijo: "Vale, pruébalo". Sólo había tenido 35 años para aprendérmela. Fue una interpretación muy conmovedora, presenciada sólo por el equipo y el resto de los artistas que iban a actuar.
En el concierto fue muy distinto.En cuanto cantó el primer verso –“Close your eyes and I’ll kiss you”– la reacción del público fue tan intensa que ahogó completamente la canción. Fue impresionante, pero también bastante desconcertante. Tal vez en ese momento entendí uno de los motivos por el que Beatles tuvieron que dejar de tocar. Sus canciones habían dejado de ser suyas. Eran de todo el mundo.
Elvis Costello, sobre los Beatles.
Actualización (al día siguiente): he encontrado la fuente original y he introducido algunos cambios en la traducción. La foto la saqué de este blog que también reproduce el texto tal y como lo tenía yo, aunque ni su autor pone la fuente ni yo recuerdo de dónde lo copié a un archivo de Word en mi disco duro. Sí que incluye, por otra parte, un enlace al vídeo de Youtube que recoge el momento.
13.5.08
Cántate algo, Donovan
Image via WikipediaD. A. Pennebaker, director de Don't Look Back (documental que sigue a Bob Dylan en su gira inglesa de 1965) contaba que en una parte no filmada de la reunión de Dylan con su émulo inglés Donovan*, éste interpretó una canción presuntamente propia recién salida del horno titulada My Darling Tangerine Eyes. La escena se sitúa en la habitación de un hotel de Londres, en la que se encuentran unas quince o veinte personas que asisten boquiabiertas a la exhibición de Donovan, y también la relata, con más detalle, Marianne Faithfull en sus memorias.
Todo el mundo boquiabierto, sí, pero nadie dijo nada hasta que Dylan levantó la mano haciendo parar al cantautor inglés. Los presentes, salvo el propio Donovan, sabían que aquello no era más que Mr. Tambourine Man, del recién publicado álbum Bringing It All Back Home, pero con la letra cambiada.
Dylan dijo: "No hace falta que sigas". Donovan, "un individuo crónicamente confuso", como lo define Faithfull, se quedó mirando al ídolo con con cara de no saber dónde meterse. "¿Sabes? ", continuó el de Minnessota, "no siempre se me ha acusado de escribir mis propias canciones; pero ésa seguro que es mía". Donovan acertó a emitir una suerte de excusa: "Vaya, no lo sabía, tío. La oí en algún festival y pensaba que era un viejo tema folk". La respuesta de Dylan: "No, todavía no es una vieja canción folk".
En este estupendo artículo de Rodrigo Fresán acerca del documental de Pennebaker, se mencionan algunas otras anécdotas de la época, que retratan a un Dylan cínico, locuaz y divertido. Mi favorita es el diálogo que relata Joan Báez, hacia el final de su relación:
Joan: Bob, mira el atardecer.
Bob: Ya lo vi ayer.
*Y digo "parte no filmada" porque sí que hay una larga secuencia de esa reunión en Don't Look Back, con Dylan escupiendo a la cara de los presentes It's All Over Now, Baby Blue.
16.4.08
Dylan, la banda, el gran vals y the Big Pink (II)
Image by matthewbensley via FlickrTras varios discos en solitario y algunos otros con Bob Dylan, la participación en festivales míticos como el de Woodstock y giras interminables inundadas de alcohol y drogas, los miembros de The Band deciden poner fin a la vida en la carretera y dedicarse exclusivamente a la música de estudio. Se debate si la decisión fue impuesta por Robbie Robertson (así lo ha manifestado Levon Helm en alguna ocasión), pero en cierto modo fue impulsada por un accidente que Richard Manuel había sufrido meses antes y que le dificultaba soportar las duras giras del grupo. No le impedía, por otro lado, meterse ocho botellas de Grand Marnier diarias entre pecho y espalda. Botellas como la que encontró su mujer junto a su cadáver ahorcado en la habitación de un motel diez años después.
Como decíamos ayer (no hace falta que rían), la banda organizó un concierto de despedida, al que llamó The Last Waltz, y que se celebró en el Winterland Ballroom, en San Francisco, el día de acción de gracias de 1976. Por el escenario del Winterland pasaron, en unas pocas horas de concierto, la crème de la crème de la época dorada del rock: Dylan, Neil Young, Dr. John, Neil Diamond, Eric Clapton, Joni Mitchell, Van Morrison, Ron Wood, Ringo Starr, Muddy Waters...

De izquierda a derecha: Dr. John, Neil Diamond, Joni Mitchell, Neil Young, Rick Danko, Van Morrison, Bob Dylan y Robbie Robertson.
Loud Prayer
Our father whose art’s in heaven
hollow be thy name
unless things change
Thy wigdom come and gone
thy will will be undone
on earth as it isn’t heaven
Give us this day our daily bread
at least three times a day
and forgive us our trespasses
as we would forgive those lovelies
whom we wish would trespass against us
And lead us not into temptation
too often on weekdays
but deliver us from evil
whose presence remains unexplained
in thy kingdom of power and glory
oh man
Martin Scorsese rodó el acontecimiento e hizo una película que se puede considerar el mejor documento para entender a esa generación de músicos y su forma de ver el rock'n'roll, las actuaciones, la vida en la carretera.
Se cuenta que durante la preparación del concierto el consumo de cocaína entre todos los participantes, incluido Scorsese, fue espectacular. De hecho, se eliminó del montaje final parte de la salida de Neil Young al escenario, en la que tenía la nariz todavía recubierta de polvo blanco. Al parecer, fue el propio Scorsese quien se acercó a darle unas sacudidas y, posteriormente, quien cortó la cinta justo en esos fotogramas.
Asimismo, la apariencia despistada y excéntrica de Garth Hudson, el "abuelo" de la banda, no es sino el resultado de que Scorsese le despertara a las seis de la mañana para rodar la entrevista. Sin cita previa.
Dylan, que por aquel entonces tenía a la vista el estreno de su film Renaldo & Clara, informó 15 minutos antes de salir a escena que no quería ser grabado por las cámaras, puesto que consideraba que ambas películas iban a competir en cartel y no quería tirar piedras sobre su propio tejado. Finalmente Scorsese le convenció para que subiera al escenario, a cambio de rodar sólo dos de sus canciones.
Otro de los que estuvo a punto de no salir en el film fue Muddy Waters, que interpreta una poderosa versión de Mannish boy en la que todo parece estar a punto de estallar en mil pedazos. Según los productores, había que reducir el número de invitados, por un problema de overbooking de cartel. Sin embargo, Levon Helm dijo que si Waters no actuaba, él se largaba. De modo que los productores cedieron.
Pueden encontrar el film por partes en Youtube, aunque en 2002 se publicó, con motivo del 25º aniversario del concierto, una estuche de lujo de The Last Waltz que incluye un DVD y cuatro CDs. El DVD, además de la película incluye, por ejemplo, material grabado inédito, un documental con las impesiones de Robbie Robertson sobre todo el asunto. Los CDs incluyen tanto las grabaciones publicadas en la edición original del doble LP como algunas canciones interpretadas en el concierto pero no publicadas hasta entonces y también grabaciones de los ensayos.
Una delicia, de la que destaco It makes no difference, porque no sé yo qué destacar, la verdad, de esta maravilla de concierto de la banda que se echó a la carretera después de que les advirtieran que no esperaran ganar mucho dinero, "pero que iban a follar más que Frank Sinatra".
12.2.08
Yes we can
El otro día decía Boyero que cuando los yankis hacen las cosas bien no tienen igual. Baste comparar el vallenato de Rajoy con esta pequeña maravilla perpetrada por Will.i.am, de los Black Eyed Peas:
Sí, Boyero tiene razón. Y qué quieren que les diga: me mola más ver cantando a Milo, de 24, a Michael, de Lost y a Sucre, de Prison Break, que a Fran Perea de Los Serrano.
Eso sí, creo que hay que defender la alegría. Aunque me gustaba más cuando Benedetti la defendía con Viglietti cantando al fondo.
20.12.07
El mito de Newport
Llevo años leyendo cosas sobre Bob Dylan (y más años todavía escuchando su música) y me he encontrado en muchas ocasiones con la famosa y ahora, al parecer, falsa anécdota sobre el abucheo que recibió en el festival de música folk de Newport en el año 65 por parte de un público enfurecido por la evolución del músico hacia el rock.
Según cuenta (o contaba) la leyenda, que reproduje aquí hace no mucho, el respetable prácticamente había echado con sus gritos al Dylan eléctrico y a su banda del escenario y únicamente había aceptado su vuelta cargado de su guitarra acústica y su armónica.
Hace poco vi por primera vez las imágenes de aquel concierto, y tuve la impresión de que la historia no era tal y como me la habían contado.
Pues bien, vía Bob Dylan Minoic me encuentro con este artículo de Bruce Jackson, uno de los organizadores de aquel festival, que confirma esta impresión. El título, It wasn't Bob Dylan they were booing (No era a Bob Dylan a quien abucheaban) es un resumen bastante evidente del contenido del artículo. De hecho, cuenta Jackson que los abucheos que se oyen van destinados al que en ese momento ejerce como maestro de ceremonias, Peter Yarrow (de Peter, Paul and Mary), que precisamente está negando al público lo que pide: que Bob Dylan vuelva a salir. En realidad, el griterío empieza cuando Dylan se retira del escenario con su banda y Yarrow anuncia que no va a volver porque está programado que sólo toque las tres canciones que ya ha tocado.
Basta ver el recién editado DVD, The other side of the mirror: Live at the Newport Folk Festival 1963-1965, que hace pocas semanas emitió La 2 para comprobar que, por suerte o por desgracia, todo lo que escribe Bruce Jackson se ajusta bastante más a lo que realmente sucedió en Newport que lo que cuenta la leyenda. Pero supongo que, como le decía Carleton Young a Jimmy Stewart en El hombre que mató a Liberty Valance:
“Esto es el Oeste, señor, y cuando los hechos se convierten en leyenda, sólo se escribe sobre la leyenda”.
Technorati Tags: bob dylan, newport folk festival, leyenda
6.11.07
Dylan, la banda, el Big Pink y el gran vals (I)
The Last Waltz es el concierto con el que The Band "celebró" su decisión de dejar de actuar en directo, en 1977, y después de dieciséis años girando sin tregua. Pero empecemos por el principio.

Durante dos años se dedicaron a acompañar a distintos solistas (John Hammond, Sonny Boy Williamson), hasta que en 1965 dieron con uno de los más grandes de todos los tiempos, Bob Dylan, a quien acompañaron en su giro copernicano hacia el rock, situándose junto a él en el mismísimo epicentro del cambio de la historia de la música contemporánea.
Especialmente destacables son dos momentos de la historia común Dylan/The Band: en primer lugar, la gira de 1965/66, que marcó el paso de Dylan a "lo eléctrico" y que contiene una de las anécdotas más significativas al respecto. En el Free Trade Hall, en Manchester (y no en el Royal Albert Hall, Londres, donde erróneamente suelen situarse los hechos), en mayo de 1966, un espectador cabreado con el cambio de estilo de Dylan le gritó entre canción y canción: "¡Judas!". Aquí es necesario hacer un fugaz flashback para entender la reacción de Dylan que se produjo a continuación. Unos meses antes, Dylan había participado en el festival de folk de Newport, en el que había sido abucheado por aparecer con una banda de rock and roll detrás. El cantante cedió a las protestas, apartó a la banda del escenario, abandonó su Stratocaster negra y, armado de su acústica y su armónica empezó a tocar, él solito, casi humillado, "It's all over now, baby blue". Volvamos a Manchester, a mayo de 1966, al señor del público gritando "¡Judas!". Dylan, probablemente con Newport en la cabeza, disparó rápidamente: en la grabación del concierto, entre ruidos de afinación de los instrumentos eléctricos se oye a Dylan respondiendo: "I don't believe you. You're a liar". Se giró hacia The Band (entonces todavía The Hawks) y ordenó: "Play fuckin' loud!", tras lo cual empezó a sonar una rabiosa y pesada versión de "Like a rolling stone".
El segundo gran momento de The Band con Dylan tiene lugar un año más tarde, en The Big Pink, una vetusta mansión en Woodstock en la que Dylan se recuperaba de un accidente de moto que estuvo a punto de costarle la vida. La banda se instaló allí, y entre todos montaron un estudio en el sótano de la casa, del que surgieron dos discos: The Basement Tapes, de Dylan, uno de los discos piratas de mayor propagación de la historia (hasta que Columbia lo publicó oficialmente en 1975) y Music from Big Pink, de The Band, primer diso en solitario del grupo.
Según cuenta Richard Manuel, fue precisamente durante esa época cuando adoptaron el nombre definitivo del grupo: a pesar de que, tras abandonar a Ronnie Hawkins, habían probado con varios nombres (continuaron como "The Hawks" durante un tiempo, y luego intentaron llamarse "The Crackers" y "The Honkies", a lo que la discográfica se opuso), tanto Dylan como los visitantes de la casa se referían a ellos como "la banda" ("the band"). Les pareció a la vez humilde y pretencioso, de modo que les gustó, y lo adoptaron como nombre oficial del grupo.
Y para acabar con este primer post dedicado a The Band, dos anécdotas:
La primera: se dice que el festival de Woodstock tuvo lugar precisamente en Bethel Woods, cerca de Woodstock, Nueva York (lo lógico habría sido que un festival hippy tuviera lugar en la costa oeste), con la esperanza de que Bob Dylan, que vivía en el Big Pink durante las fechas en que el concierto estaba gestándose, asistiera. Como todo el mundo sabe, Dylan brilló por su ausencia en el festival. En 2007, en un concierto en Bethel Woods, en el mismo lugar en el que se celebró el festival, Dylan bromeó antes de empezar su actuación, dirigiéndose al público en los siguientes términos:
"Qué alegría volver aquí. La última vez que tocamos en este lugar eran las seis de la mañana, y todo estaba lleno de barro".
La segunda: a pesar de que Dylan es autor de algunas de las canciones que aparecen en "Music from Big Pink", y es bastante probable que participara en las grabaciones de los temas que se incluyeron en el disco de The Band, únicamente aparece acreditado en el LP como autor de la portada, que es ésta:

Fuentes: The Last Waltz (Wikipedia) (inglés).
The Band (Wikipedia)
The Last Waltz (Internet Movie Database) (tanto el enlace como la propia película)
30.10.07
I'm not there
Hoy se publica la banda sonora del film"I 'm not there", de Todd Haynes, curioso biopic de Bob Dylan que todavía no he visto y que me da un poco de miedo ver. La banda sonora es una recopilación de temas de Dylan interpretados por una estupenda selección de artistas (Sonic Youth, Richie Heavens, Cat Power, Roger McGuinn, Charlotte Gainsbourg, Antony and the Johnsons, Calexico; aquí el listado completo de temas e intérpretes).
Destaca la ausencia de algunos de los temas más conocidos de Dylan (Like a rolling stone y Blowin' in the wind, por ejemplo). En realidad, como admirador de Dylan y, permítanme la pedancia, connaiseur, agradezco la ausencia de estos monstruos que ya hemos escuchado en mil versiones y voces distintas en beneficio de la inclusión en el disco de canciones menos populares que las mencionadas y que rara vez hemos oído en voces de otros artistas.
Les recomiendo, por tanto, un disco que todavía no he escuchado -bájenselo cómprenselo ya- y les dejo con esta página que vi aquí (las diez entrevistas más ininteligibles con Bob Dylan) y con este trocito de entrevista que, trascendiendo el chiste, es una muestra de cómo Robert Zimmerman ha tratado de desmitificar su enorme figura. Con poco éxito, todo hay que decirlo, gracias a gentuza como yo:
‘What are your songs about?’
‘Oh, some of them are about three minutes, some of them are about five minutes, and some of them, believe it or not, are about eleven minutes’.
4.9.07
Waits, Dios y Budweiser
Veamos, todo lo que conocemos como fiestas religiosas cae en lo que eran celebraciones rituales paganas. No querría salirme de mi terreno, pero el crisitianismo es claramente como la Budweiser. Llegaron, vieron lo que hacían los nativos y dijeron: "Vamos a dejaros hacer eso de los tambores cada año en la misma fecha. Ahora trabajáis para Bud. No tenéis que cambiar nada. Las palabras van a ser un poco diferentes, pero os acostumbraréis a ello. Pero vamos a tener que proporcionaros unos pantalones, y una chaqueta de deporte. Ya no podéis seguir vistiendo taparrabos. Estas ropas son mejores, más cómodas". No quisiera simplificarlo en demasía.

Tom Waits, entrevistado por Mark Rowland para Musician en 1987. La traducción está sacada de "Tom Waits. Conversaciones, entrevistas y opiniones", de Mac Montandon, ed. Global Rythm Press, que, al parecer, tiene mejores traductores que Espasa. Un libro muy recomendable para los aficionados a Tom Waits y absolutamente esencial para los adictos.
22.7.07
Serge Gainsbourg
Con esta canción despidieron a Gainsbourg, poco antes de su muerte, dos superpopstars del momento y un viejo chanteur de jazz. No sé a vosotros; a mí me emociona este homenaje, y esas lágrimas de una de las mujeres de su vida, Jane Birkin.
5.6.07
Qué grande es Pepu
No sólo nos hizo disfrutar el pasado septiembre de un sol naciente baloncestístico, sino que ha dejado en el aire, para Rajoy y acólitos, uno de los pensamientos más sensatos que he leído en los medios en los últimos tiempos:
No es necesario, porque, conociendo cómo es este país, puede llegar a disgregar.En realidad yo creo que el himno de España debería ser éste:
No nos ponemos de acuerdo ni por la música, ¿cómo vamos a hacerlo por la letra? Nuestros símbolos tenemos que vivirlos y respetarlos como queramos, cada uno individualmente. No todos los himnos tienen que tener letra, porque lo importante son los sentimientos cuando los oyes.
Vale, sí, ya sé que el mediterráneo no baña toda la península, ni siquiera todas las ínsulas españolas, pero qué le voy a hacer si nací en el Mediterráneo.
Nota: de la ruptura de la tregua no voy a hablar. La noticia llega con seis meses y seis días de retraso. Parece que los mandriles de ETA no leen los periódicos en navidad.