18.6.08

Sobre plagios

No he tenido todavía ocasión de escuchar Viva la vida de Coldplay (tampoco es que tenga una prisa loca) y opinar sobre su comentado parecido con Je'n ai marre de Alizée, tema que conozco casi de memoria después de haber visto una y otra vez este vídeo en noches solitarias por motivos probablemente extramusicales. La foto que ven a su derecha es un homenaje personal a esas noches.

En mi opinión es difícil, sin entrar en este caso concreto, componer una canción que no recuerde a algo que uno ha oído anteriormente. Es obvio, por lo tanto, que una de las labores del compositor, sin perjuicio de coincidencias puntuales, homenajes o simple curiosidad creativa, es descartar aquello que se parezca demasiado descaradamente a algo anterior. También hay que decir que muchas veces quienes se dedican a esto (heme aquí, amateur ejemplo de creatividad musical) tienen una melodía tan clara en la mente a la hora de componer que no saben exactamente si lo que escuchan en su cabeza es producto de su exclusivo ingenio (con los consabidos matices relativos a la originalidad de cualquier creación artística) o si es algo que efectivamente ya ha escuchado antes.

Cuenta Ringo Starr en un viejo libro cuyo título he olvidado (también el autor y la localización en mi biblioteca; probablemente lo presté a algún ex amigo. Tal vez todo sea un sueño y ese libro nunca ha existido) que frecuentemente presentaba a los otros tres beatles una composición suya, que siempre era respondida con un "se parece demasiado a tal canción". Que yo recuerde, Ringo sólo acabó firmando un par de canciones con los Beatles (Octopuss' Garden y Don't Pass Me By), aunque es probable que me equivoque.

Que una canción se parezca a otra no tiene por qué significar que haya habido un plagio. Sí que es cierto que hay ejemplos conocidos en los que prácticamente no cabe la menor duda (como cuando George Harrison publicó My Sweet Lord olvidando que The Chiffons habían publicado previamente He's So Fine, o como cuando los Beach Boys plagiaron descaradamente Sweet Little Sixteen de Chuck Berry en su "himno" Surfin' USA, tal vez, curiosamente, su canción más conocida), pero también hay que reconocer que, teniendo en cuenta que todo creador tiene sus influencias, muchas veces es complicado salir del pozo de la costumbre, y resulta más sencillo limitarse a recrear algo que "le suena" a uno, sea original o no, que esforzarse en la aventura de probar cosas que "no estoy seguro de que vaya a sonar bien".

Lo que desde luego no hay que hacer es lo que perpetró Mikel Erentxun con aquella cancioncilla que compuso para Fran Perea en la que se fusilaba a los Lightning Seeds y su hermosa canción Pure; si se plagia, hay que intentar por lo menos que el producto final iguale o mejore la materia prima.

En todo caso, lo más recomendable es ser honesto. Bob Dylan no tuvo problemas en tocarle a John Lennon, antes de su publicación, Fourth Time Around, misteriosamente parecida a Norweegian Wood. Parece ser que se echaron unas risas a costa de la broma.

Cuestión distinta es el autoplagio. ¿No les parece que Shakira -o quien sea que le compone las canciones- las hace de dos en dos? Lo digo porque las últimas cuatro canciones suyas que he escuchado son en realidad dos. No recuerdo el título de la(s dos) última(s), pero Hips Don't Lie y aquella otra que cantaba con Alejandro Sanz son idénticas. Sólo que una no me disgusta y la otra me parece basura.

Y, bueno, el extremo de la honradez es Neil Young, que no dudó en titular Borrowed Tune (Melodía prestada) una canción suya clavadita a Lady Jane, de los Rolling Stones, y que incluía el siguiente verso en su última estrofa:

I'm singing this borrowed tune
I took from the Roling Stones*
*Estoy cantando esta melodía prestada/que tomé de los Rolling Stones

A ver si a alguien se le ocurre demandar a un tipo tan sincero.

De todos modos, vean en este divertido vídeo quién es el autor más plagiado de todos los tiempos.

Actualización (19 de julio): el primer motivo de la actualización es el de confirmar públicamente mis sospechas tras escuchar la ya famosa Viva la vida de Coldplay. La canción tiene, efectivamente un aire al tema de Alizée... y a otros cien mil más, aproximadamente. Es decir: nada nuevo bajo el sol.
El segundo motivo de esta actualización es el de informar, a quien no lo sepa, de que hay otro grupo que denuncia que esta canción de la banda británica es un plagio de un tema suyo; luego escucharé y juzgaré, pero me temo que se tratará de lo mismo.



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