16.4.08

Dylan, la banda, el gran vals y the Big Pink (II)

IMG_3823.JPGImage by matthewbensley via FlickrTras varios discos en solitario y algunos otros con Bob Dylan, la participación en festivales míticos como el de Woodstock y giras interminables inundadas de alcohol y drogas, los miembros de The Band deciden poner fin a la vida en la carretera y dedicarse exclusivamente a la música de estudio. Se debate si la decisión fue impuesta por Robbie Robertson (así lo ha manifestado Levon Helm en alguna ocasión), pero en cierto modo fue impulsada por un accidente que Richard Manuel había sufrido meses antes y que le dificultaba soportar las duras giras del grupo. No le impedía, por otro lado, meterse ocho botellas de Grand Marnier diarias entre pecho y espalda. Botellas como la que encontró su mujer junto a su cadáver ahorcado en la habitación de un motel diez años después.

Como decíamos ayer (no hace falta que rían), la banda organizó un concierto de despedida, al que llamó The Last Waltz, y que se celebró en el Winterland Ballroom, en San Francisco, el día de acción de gracias de 1976. Por el escenario del Winterland pasaron, en unas pocas horas de concierto, la crème de la crème de la época dorada del rock: Dylan, Neil Young, Dr. John, Neil Diamond, Eric Clapton, Joni Mitchell, Van Morrison, Ron Wood, Ringo Starr, Muddy Waters...

De izquierda a derecha: Dr. John, Neil Diamond, Joni Mitchell, Neil Young, Rick Danko, Van Morrison, Bob Dylan y Robbie Robertson.

El poeta beat Lawrence Ferlinghetti, representando a la generación anterior, la que había empezado a romper el cascarón de la contracultura, recitó un elocuente Padrenuestro:

Loud Prayer

Our father whose art’s in heaven
hollow be thy name
unless things change
Thy wigdom come and gone
thy will will be undone
on earth as it isn’t heaven
Give us this day our daily bread
at least three times a day
and forgive us our trespasses
as we would forgive those lovelies
whom we wish would trespass against us
And lead us not into temptation
too often on weekdays
but deliver us from evil
whose presence remains unexplained
in thy kingdom of power and glory
oh man


Martin Scorsese rodó el acontecimiento e hizo una película que se puede considerar el mejor documento para entender a esa generación de músicos y su forma de ver el rock'n'roll, las actuaciones, la vida en la carretera.

Se cuenta que durante la preparación del concierto el consumo de cocaína entre todos los participantes, incluido Scorsese, fue espectacular. De hecho, se eliminó del montaje final parte de la salida de Neil Young al escenario, en la que tenía la nariz todavía recubierta de polvo blanco. Al parecer, fue el propio Scorsese quien se acercó a darle unas sacudidas y, posteriormente, quien cortó la cinta justo en esos fotogramas.

Asimismo, la apariencia despistada y excéntrica de Garth Hudson, el "abuelo" de la banda, no es sino el resultado de que Scorsese le despertara a las seis de la mañana para rodar la entrevista. Sin cita previa.

Dylan, que por aquel entonces tenía a la vista el estreno de su film Renaldo & Clara, informó 15 minutos antes de salir a escena que no quería ser grabado por las cámaras, puesto que consideraba que ambas películas iban a competir en cartel y no quería tirar piedras sobre su propio tejado. Finalmente Scorsese le convenció para que subiera al escenario, a cambio de rodar sólo dos de sus canciones.

Otro de los que estuvo a punto de no salir en el film fue Muddy Waters, que interpreta una poderosa versión de Mannish boy en la que todo parece estar a punto de estallar en mil pedazos. Según los productores, había que reducir el número de invitados, por un problema de overbooking de cartel. Sin embargo, Levon Helm dijo que si Waters no actuaba, él se largaba. De modo que los productores cedieron.

Pueden encontrar el film por partes en Youtube, aunque en 2002 se publicó, con motivo del 25º aniversario del concierto, una estuche de lujo de The Last Waltz que incluye un DVD y cuatro CDs. El DVD, además de la película incluye, por ejemplo, material grabado inédito, un documental con las impesiones de Robbie Robertson sobre todo el asunto. Los CDs incluyen tanto las grabaciones publicadas en la edición original del doble LP como algunas canciones interpretadas en el concierto pero no publicadas hasta entonces y también grabaciones de los ensayos.

Una delicia, de la que destaco It makes no difference, porque no sé yo qué destacar, la verdad, de esta maravilla de concierto de la banda que se echó a la carretera después de que les advirtieran que no esperaran ganar mucho dinero, "pero que iban a follar más que Frank Sinatra".




2 comentarios:

sergisonic dijo...

Esto es La Biblia, tío.

(¿has escuchado dirt farmer de levon helm (the band)? es majestuoso)

abrazo

rfm dijo...

no lo he escuchado, pero me lo apunto inmediatamente. cada dos semanas paso ocho horas en un autobús o en un tren, de modo que cualquier recomendación musical o literaria es bienvenida :)

ah, y recuerdo que tengo algo pendiente para ti. el 1 de mayo.

abrazo

 
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