17.1.08

He visto la luz

Hace unos días, en uno de esos entretenidos ejercicios de fin de año que llevan a cabo los distintos medios (ya saben: las mejores películas, los mejores libros, las peores resacas), la revista Edge.org preguntaba a algunas de las mejores mentes de nuestra generación (Ginsberg dixit) acerca de aquello sobre lo que habían cambiado su forma de pensar a lo largo de 2007.

Creo que, parafraseando el manoseado refrán, todos nos acostamos cada día con algún pensamiento nuevo o distinto. Nuestra forma de ver las cosas cambia con cada pequeña experiencia que vivimos, y este año, un cúmulo de circunstancias personales que hay que sumar a lo vivido estos últimos 31 años me han hecho plantearme un cambio importante. En concreto, he de reconocer que la lectura de textos de Dawkins, Harris o Russell han puesto en funcionamiento algunas de las pocas neuronas disponibles que me quedan y han hecho cristalizar ciertas ideas que rondaban mi cabeza casi desde que tengo uso de razón.

Recuerdo haber creído en Dios en algún momento puntual de mi vida. Sin embargo soy consciente de que ese sentimiento ocasional y lejano (creo que la última vez debía de tener unos once o doce años) siempre fue azuzado por alguien, y no de un modo precisamente asertivo. La mayor parte del tiempo he sido consciente de que la única persona responsable de mis actos soy yo mismo, de que esta vida es lo único que tengo para disfrutar, de que cuando esto se acabe volveré al lugar del que vengo, que es ninguna parte, y de que la única eternidad a la que se puede aspirar está, como decía Javier Krahe, en el cromosoma y en el aroma que desprenderán las flores de mi cabeza cuando esté criando malvas.

Tras mucho tiempo de agnosticismo pasivo, de despreocupación por el asunto, a pesar de la claridad de mi pensamiento con respecto a los puntos del párrafo anterior y muchos otros, 2007 se ha presentado como el año de mi "conversión" al ateísmo. Rige mi vida la razón (más o menos, tampoco hay que ser presuntuoso), y lo que siempre he tenido claro se ha concretado (gracias, neuronas, aunque seáis pocas os quiero) en que, tomando la expresión de Dawkins, es casi seguro que dios no existe.

No ocultaré, y el lector habitual de este blog lo sabrá, las pocas simpatías que me despierta la religión organizada. Es cierto que aquí he hablado, sobre todo, de la Iglesia Católica, porque es lo que tengo más a mano y lo que, en cualquier caso, ha tratado de serme impuesto por algún sector familiar desde que era un niño. También es cierto que estoy bautizado y que en algún registro eclesiástico se inscribió mi nombre, como católico, hace poco más de treinta años. Sirva este texto para desagraviar a la Iglesia Católica: la misma aversión siento hacia cualquier otra organización que, como poco, incite a las personas a basar su vida en la superstición y el miedo.

Y también es cierto que pretendo que, en breve, esa inscripción del registro desaparezca. Voy a apostatar, voy a desaparecer del listado de presuntos supersticiosos y voy a continuar viviendo la vida como hasta ahora: libre y feliz.

Les mantendré informados.

5 comentarios:

EL CHICO GRIS dijo...

Ánimo en ese 'tortuoso' y 'difícil' camino, gracias a las trabas de la secta mayoritaria de este país.

Anónimo dijo...

Algo habrá tenido este año, porque a mí me ha pasado lo mismo... tal vez compartimos las mismas lecturas recientes.

rfm dijo...

gracias, chico gris. como dije, os mantendré informados.

es bastante posible... si has llegado hasta aquí, de hecho, es bastante posible :)

saludos

Álvaro dijo...

Pero qué ánimo ni qué niño muerto. Ser ateo mola, es vivir la vida tal como es, sin engaños.

Razones para la no existencia de ningún dios, o al menos ninguno al que le importemos en absoluto:

- El inmenso Universo. Si nosotros importásemos algo, no tendría el más mínimo sentido la ingente cantidad de materia que nos rodea en el Universo. La astronomía niega a dios a cada día.

- La evolución, los dinosaurios...

- Las enfermedades, las malformaciones al nacer, las serpientes de dos cabezas, los siameses, los niños con leucemia...

- El exterminio judío, Stalin, Suharto, Gengis Khan, Palestina...

rfm dijo...

kesher: el chico gris se refiere a la apostasía, no al ateísmo. anda que no soy feliz...

por lo demás, coincido en lo que dices. esas son razones más que suficientes.

saludos

 
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