El mejor guión de la historia

Se lo cuenta Hitchcock a Truffaut en el recomendable libro de conversaciones entre los dos directores: conocía el inglés a un guionista que afirmaba que tenía un problema que le impedía ser mejor en su oficio. Sostenía que las mejores ideas se le ocurrían en mitad de la noche, tras un sueño inquieto, durante una breve vigilia. Pero al día siguiente nunca lograba recordar qué era lo que había pensado. Para solucionarlo, se le ocurrió dejar sobre su mesilla de noche un bloc de notas y un lápiz, con el fin de anotar todo aquello que se le pudiera ocurrir en sueños. Esa misma noche despertó, como siempre, con una gran idea. Garabateó una nota en el bloc y se durmió, convencido de que se trataba de un esbozo genial y de que esta vez no lo iba a olvidar.

Por la mañana, al despertar, leyó la nota que había escrito durante la noche: "Muchacho conoce a chica".

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